La investigación multidisciplinar ha revelado que el contacto eléctricamente conductor del cuerpo humano con la superficie de la Tierra (conexión a tierra o toma de tierra) produce efectos intrigantes sobre la fisiología y la salud. Dichos efectos están relacionados con la inflamación, las respuestas inmunitarias, la cicatrización de heridas y la prevención y el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes. El propósito de este informe es doble:
1) Informar a los investigadores sobre lo que parece ser una nueva perspectiva para el estudio de la inflamación,
2) Alertar a los investigadores de que la duración y el grado (resistencia a tierra) de la conexión a tierra de los animales de experimentación es un factor importante, pero normalmente pasado por alto, que puede influir en los resultados de los estudios de inflamación, cicatrización de heridas y tumorigénesis.
En concreto, la puesta a tierra de un organismo produce diferencias mensurables en las concentraciones de glóbulos blancos, citocinas y otras moléculas implicadas en la respuesta inflamatoria. Presentamos varias hipótesis para explicar los efectos observados, basadas en los resultados de las investigaciones actuales y en nuestra comprensión de los aspectos electrónicos de la fisiología celular y tisular, la biología celular, la biofísica y la bioquímica. Se ha utilizado una lesión muscular experimental, conocida como dolor muscular de aparición retardada, para controlar la respuesta inmunitaria en condiciones de conexión a tierra y sin conexión a tierra. La conexión a tierra reduce el dolor y altera el número de neutrófilos y linfocitos circulantes, además de afectar a varios factores químicos circulantes relacionados con la inflamación.
Introducción
La puesta a tierra se refiere al contacto directo de la piel con la superficie de la Tierra, por ejemplo con los pies o las manos descalzos, o con diversos sistemas de puesta a tierra. En la literatura y en las prácticas de diversas culturas de todo el mundo se encuentran informes subjetivos de que caminar descalzo sobre la Tierra mejora la salud y proporciona sensaciones de bienestar. Por diversas razones, muchas personas son reacias a caminar descalzas al aire libre, a menos que estén de vacaciones en la playa. La experiencia y las mediciones demuestran que el contacto continuado con la Tierra produce beneficios sostenidos. Existen varios sistemas de conexión a tierra que permiten un contacto frecuente con la Tierra, por ejemplo mientras se duerme, se está sentado frente al ordenador o se camina al aire libre. Se trata de sencillos sistemas conductores en forma de sábanas, alfombrillas, muñequeras o tobilleras, parches adhesivos que pueden utilizarse dentro de casa o en la oficina, y calzado. Estas aplicaciones se conectan a la Tierra mediante un cable insertado en una toma de corriente de pared con conexión a tierra o sujeto a una barra de tierra colocada en el suelo en el exterior, debajo de una ventana. En el caso del calzado, se coloca una clavija conductora en la suela del zapato, en la planta del pie, bajo los metatarsos, en el punto de acupuntura conocido como Riñón 1. Desde un punto de vista práctico, estos métodos ofrecen un enfoque cómodo, rutinario y fácil de usar para la conexión a tierra.
Recientemente, un grupo de aproximadamente una docena de investigadores (incluidos los autores de este artículo) ha estado estudiando los efectos fisiológicos de la conexión a tierra desde diversas perspectivas. Esta investigación ha dado lugar a más de una docena de estudios publicados en revistas especializadas. Aunque en la mayoría de estos estudios piloto participaron relativamente pocos sujetos, en conjunto, la investigación ha abierto una nueva y prometedora frontera en la investigación de la inflamación, con amplias implicaciones para la prevención y la salud pública. Los hallazgos merecen la consideración de la comunidad investigadora de la inflamación, que dispone de los medios para verificar, refutar o aclarar las interpretaciones que hemos hecho hasta ahora.
Nuestra hipótesis principal es que la conexión del cuerpo con la Tierra permite que los electrones libres de la superficie terrestre se propaguen por y dentro del cuerpo, donde pueden tener efectos antioxidantes. En concreto, sugerimos que los electrones móviles crean un microambiente antioxidante alrededor del campo de reparación de lesiones, ralentizando o impidiendo que las especies reactivas del oxígeno (ROS) liberadas por el estallido oxidativo causen "daños colaterales" al tejido sano, y evitando o reduciendo la formación de la llamada "barricada inflamatoria". También planteamos la hipótesis de que los electrones de la Tierra pueden prevenir o resolver la llamada inflamación "silenciosa" o "latente". Si se verifican, estos conceptos podrían ayudarnos a comprender e investigar mejor la respuesta inflamatoria y la cicatrización de heridas, y a desarrollar nueva información sobre el funcionamiento del sistema inmunitario en la salud y la enfermedad.
Resumen de los resultados hasta la fecha
El grounding parece mejorar el sueño, normalizar el ritmo del cortisol día-noche, reducir el dolor, reducir el estrés, cambiar el sistema nervioso autónomo de la activación simpática a la parasimpática, aumentar la variabilidad de la frecuencia cardiaca, acelerar la cicatrización de heridas y reducir la viscosidad de la sangre. Se ha publicado un resumen en el
Journal of Environmental and Public Health.
Efectos sobre el sueño
Uno de los primeros estudios publicados sobre grounding examinó
los efectos del grounding sobre el sueño y los perfiles circadianos de cortisol. En el estudio participaron 12 sujetos que sufrían dolor y tenían problemas para dormir. Durmieron conectados a tierra durante 8 semanas utilizando el sistema que se muestra en la Figura. Durante este periodo, sus niveles diurnos de sueño se redujeron. Durante este periodo, sus perfiles de cortisol diurnos se normalizaron, y la mayoría de los sujetos informaron de que su sueño mejoró y sus niveles de dolor y estrés disminuyeron.
Los resultados del experimento llevaron a estas conclusiones 1) conectar el cuerpo a tierra durante el sueño produce cambios cuantificables en los niveles diurnos o circadianos de secreción de cortisol que, a su vez, 2) producen cambios en el sueño, el dolor y el estrés (ansiedad, depresión e irritabilidad), medidos mediante informes subjetivos. Los efectos del cortisol descritos por Ghaly y Teplitz son especialmente significativos a la luz de investigaciones recientes que demuestran que el estrés crónico prolongado provoca una resistencia de los receptores de glucocorticoides. Dicha resistencia se traduce en una incapacidad para regular a la baja las respuestas inflamatorias, lo que puede aumentar el riesgo de diversas enfermedades crónicas. Este efecto complementa los hallazgos descritos en la sección "Efectos sobre el dolor y la respuesta inmunitaria".
Efectos sobre el dolor y la respuesta inmunitaria
En un estudio piloto sobre los efectos del grounding en el dolor y la respuesta inmunitaria a las lesiones se empleó el dolor muscular de aparición retardada (DOMS, por sus siglas en inglés). El DOMS es el dolor y la rigidez muscular que se producen de horas a días después de un ejercicio extenuante y desconocido. Los fisiólogos del ejercicio y del deporte utilizan ampliamente el DOMS como modelo de investigación. El dolor del DOMS está causado por el daño muscular temporal producido por el ejercicio excéntricos. La fase de contracción que se produce cuando un músculo se acorta, como al levantar una mancuerna, se denomina concéntrica, mientras que la fase de contracción cuando un músculo se alarga, como al bajar una mancuerna, se denomina excéntrica.
Ocho sujetos sanos realizaron un ejercicio excéntrico desconocido que les provocó dolor en los músculos gastrocnemios. Para ello, se les pidió que realizaran dos series de 20 elevaciones de los dedos de los pies con una mancuerna sobre los hombros y las puntas de los pies sobre una tabla de madera de 2 × 4 pulgadas.7
Todos los sujetos realizaron comidas estandarizadas a la misma hora del día y siguieron el mismo ciclo de sueño durante 3 días. A las 17.40 horas de cada día, cuatro de los sujetos se colocaron parches conductores de puesta a tierra en los músculos gastrocnemios y las plantas de los pies. Descansaron y durmieron sobre sistemas de puesta a tierra como el que se muestra en la figura anterior. Permanecieron en las sábanas conectadas a tierra excepto para ir al baño y comer. Como controles, cuatro sujetos siguieron el mismo protocolo, salvo que sus parches y sábanas no estaban conectados a tierra. Se realizaron las siguientes mediciones antes del ejercicio y 1, 2 y 3 días después: niveles de dolor, imágenes por resonancia magnética, espectroscopia, cortisol en suero y saliva, química sanguínea y enzimática, y recuento de células sanguíneas.
El dolor se monitorizó con dos técnicas. El método subjetivo consistía en utilizar por la mañana y por la tarde una escala visual analógica. Por la tarde, se colocó un manguito de presión arterial en el gastrocnemio derecho y se infló hasta el punto de molestia aguda. El dolor se documentó en términos de las presiones más altas que se podían tolerar. Los sujetos en tierra experimentaron menos dolor, como reveló tanto la escala analógica de dolor como su capacidad para tolerar una presión más alta del manguito de presión sanguínea.
El informe del
estudio DOMS grounding contiene un resumen de la literatura sobre los cambios en la química sanguínea y el contenido de elementos formes (eritrocitos, leucocitos y plaquetas) esperados tras una lesión. El sistema inmunitario detecta patógenos y daños en los tejidos y responde iniciando la cascada de la inflamación, enviando neutrófilos y linfocitos a la región. Como era de esperar, los recuentos de leucocitos aumentaron en los sujetos no conectados a tierra o de control. Los recuentos de leucocitos en los sujetos conectados a tierra disminuyeron de forma constante tras la lesión.
Aunque puede haber otras explicaciones, sugerimos que la rápida resolución de la inflamación tiene lugar porque la superficie de la Tierra es una fuente abundante de electrones excitados y móviles, como se describe en otro de nuestros trabajos. Proponemos además que el contacto de la piel con la superficie de la Tierra permite que los electrones terrestres se propaguen por la superficie cutánea y penetren en el interior del cuerpo. Una ruta hacia el interior del cuerpo podría ser a través de los puntos de acupuntura y los meridianos. Se sabe que los meridianos son vías de baja resistencia para el flujo de corrientes eléctricas. Otra vía es a través de las membranas mucosas de los tractos respiratorio y digestivo, que son continuas con la superficie de la piel.
Sokal29 en esta artículo relatan que descubrieron que el potencial eléctrico en el cuerpo, en la membrana mucosa de la lengua y en la sangre venosa desciende rápidamente a aproximadamente -200 mV. Cuando el cuerpo se desconecta de la Tierra, el potencial se restablece rápidamente. Estos efectos revelan cambios en el entorno eléctrico interno del cuerpo.
Nuestra hipótesis es que los electrones pueden ser semiconductores a través de la barrera y neutralizar así las especies reactivas de oxígeno (radicales libres). Una vía o corredor semiconductor de colágeno puede explicar cómo los electrones de la Tierra atenúan rápidamente la inflamación crónica no resuelta por los antioxidantes dietéticos o por la atención médica estándar, incluida la fisioterapia. La barricada probablemente restringe la difusión de los antioxidantes circulantes en la reparación.
En conjunto, estas observaciones indican que la conexión a tierra del cuerpo humano altera significativamente la respuesta inflamatoria a una lesión.
Debate
Las voluminosas investigaciones actuales correlacionan la inflamación con una amplia gama de enfermedades crónicas. Una búsqueda de "inflamación" en la base de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina (PubMed) revela más de 400.000 estudios, con más de 34.000 publicados solo en 2013. La causa más común de muerte y discapacidad en Estados Unidos son las enfermedades crónicas. El 75% del gasto sanitario del país, que superó los 2,3 billones de dólares en 2008, se destina al tratamiento de enfermedades crónicas. Las cardiopatías, el cáncer, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la osteoporosis y la diabetes son las enfermedades crónicas más comunes y costosas.61 Otras son el asma, la enfermedad de Alzheimer, los trastornos intestinales, la cirrosis hepática, la fibrosis quística, la esclerosis múltiple, la artritis, el lupus, la meningitis y la psoriasis. El 10% del gasto sanitario se destina al tratamiento de la diabetes. La osteoporosis afecta a unos 28 millones de estadounidenses de edad avanzada.61,62 Sin embargo, existen pocas teorías sobre los mecanismos que conectan la inflamación crónica con las enfermedades crónicas. La investigación sobre la puesta a tierra o earthing resumida aquí proporciona una teoría lógica y comprobable basada en una variedad de pruebas.
Por sorprendente que pueda parecer, nuestros hallazgos sugieren que esta imagen clásica de la barricada inflamatoria puede ser consecuencia de la falta de conexión a tierra, y de una "deficiencia de electrones" resultante. Las heridas se curan de forma muy diferente cuando el cuerpo está conectado a tierra. La cicatrización es mucho más rápida y se reducen o eliminan los signos cardinales de la inflamación. Los perfiles de varios marcadores inflamatorios a lo largo del tiempo son muy diferentes en los individuos conectados a tierra.
Quienes investigan la inflamación y la cicatrización de heridas deben ser conscientes de cómo el grounding puede alterar el curso temporal de las respuestas inflamatorias. También deben ser conscientes de que los animales de experimentación que utilizan para sus estudios pueden tener sistemas inmunológicos y respuestas muy diferentes, dependiendo de si fueron criados en jaulas con o sin conexión a tierra.
Desde nuestro punto de vista, estas variaciones no son en absoluto sorprendentes. Los animales difieren mucho en el grado de saturación de electrones de sus depósitos de carga. ¿Son sus jaulas de metal y, si lo son, están conectadas a tierra? ¿Qué tan cerca están sus jaulas de cables o conductos que transportan electricidad de 60/50 Hz? Según nuestras investigaciones, estos factores tienen un impacto mensurable en la respuesta inmunitaria. De hecho, representan una "variable oculta" que podría haber afectado a los resultados de innumerables estudios, y también podría afectar a la capacidad de otros investigadores para reproducir un estudio concreto.
Conclusión
La acumulación de experiencias e investigaciones sobre earthing, o puesta a tierra, apunta a la aparición de una estrategia de salud sencilla, natural y accesible contra la inflamación crónica, que merece la seria atención de clínicos e investigadores. La matriz viva (o regulación de tierra o sistema de tensegridad-matriz tisular), el tejido mismo del cuerpo, parece servir como uno de nuestros principales sistemas de defensa antioxidante. Como se explica en este informe, se trata de un sistema que requiere una recarga ocasional mediante el contacto conductivo con la superficie de la Tierra -la "batería" de toda la vida planetaria- para ser óptimamente eficaz.
LIBROS Y PRODUCTOS RELACIONADOS
Earthing: con los pies descalzos - MARTIN ZUCKER
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